slide-page-768-d42b10

El museo Denis Diderot en Langres (Alto Marne):

«¿Puede ser legítimo despojar a la especie humana de sus derechos más sagrados, únicamente para satisfacer su avaricia, su vanidad o sus pasiones particulares? No, ¡mejor que se destruyan entonces las colonias europeas, que hacer tantos desgraciados!»
Denis Diderot


Si la denuncia de la esclavitud fue planteada por los primeros filósofos de la Ilustración, Montesquieu y Voltaire, esta atravesó una etapa decisiva con Denis Diderot, que atacó de manera virulenta los argumentos de los defensores del sistema y demostró la inanidad.
Su crítica fue especialmente desarrollada en la historia filosófica y política del comercio de los europeos en las dos Indias que conoció un éxito decisivo en la época.

Historia:

Denis Diderot, ilustre filósofo y escritor, nació en Langres el 5 de octubre de 1713 y murió en París el 31 de julio de 1784. Proveniente de una familia de artesanos que había conquistado poco a poco la riqueza de la burguesía de entonces, se consagra al estado eclesiástico y es enviado a París para estudiar teología. Entra con un procurador, pero al tener solo gusto por las ciencias y las letras, renuncia a tomar un estado, y se dedica por completo al estudio, abarcando a la vez literatura, metafísica, moral, física y geometría. Al mismo tiempo se pone a dar clases y escribir libros para vivir.

Comienza por traducciones y oscuros trabajos de librería, mientras trabaja en sus propias obras. Publica en 1745 un Ensayo sobre el mérito y la virtud y en 1746, Pensamientos filosóficos, que comenzaron a llamar su atención, y que fueron condenados al fuego por el parlamento; en 1749, la Carta sobre los ciegos, para uso de los que ven, que contenía algunas paradojas y alusiones atrevidas a personajes poderosos, le costaron estar encerrado algún tiempo en Vincennes.

Encargado de la traducción de la enciclopedia inglesa de Chambers, convenció al librero que lo contrataba para elaborar una nueva obra: este fue el origen de la Enciclopedia. Interesando en este proyecto a otras personas de letras, Diderot se unió al matemático D‘Alembert, que compartió la dirección del proyecto y escribió el Discurso preliminar. La Enciclopedia, cuyo tomo I apareció en 1751, con un gran éxito, fue interrumpida en 1752 y en 1759. D’Alembert, desanimado por las persecuciones abandonó por el camino, pero, al final, Diderot consiguió, a través de miles de obstáculos que le había puesto el clero y la autoridad civil, llevar a término este gran proyecto entre 1751 y 1772 en 28 volúmenes.


Intervino en el debate sobre la esclavitud en su Historia de las dos Indias criticando especialmente los argumentos de los defensores que proclamaban que sus esclavos eran «más felices en América de lo que eran en África» replicando:

«¿Por qué entonces estos esclavos suspiran sin cesar después de su partida? ¿Por qué retoman su libertad en cuanto pueden? ¿Por qué prefieren los desiertos y la sociedad de las bestias feroces antes que un estado que a vosotros os parece tan dulce? ¿Por qué la desesperación los lleva a abandonar o a envenenaros? ¿Por qué sus mujeres abortan tan a menudo, para que sus hijos no compartan su triste destino? Cuando nos habláis de la felicidad de vuestros esclavos, os mentís a vosotros mismos y nos engañáis. Es el colmo de la extravagancia de querer transformar en un acto de humanidad una barbarie tan extraña.»

Publicada en 1770, sin nombre de autor, ampliada en varias ediciones hasta 1780, la Historia de las dos Indias es una obra considerable de 10 volúmenes dedicada a la expansión colonial de la Europa del siglo XVIII. Atribuida al abad Raynal, es de hecho una obra colectiva. Diderot colaboró, y redactó probablemente las páginas dedicadas a la esclavitud que el denunció.



«Nosotros los hemos sometido, no me refiero a la condición de esclavos, sino a la de animales de carga; ¡y nosotros somos razonables! ¡Y nosotros somos cristianos!... Esta compra de negros para someterlos a la esclavitud es un negocio que viola la religión, la moral, las leyes naturales y todos los derechos de la naturaleza humana... Puede que digamos que pronto serían arruinadas, estas colonias, si aboliéramos la esclavitud de los negros. Pero cuando esto ocurriera, ¿es necesario concluir de ello que el género humano debe ser horriblemente dañado, para enriquecernos o facilitar nuestra lucha? ... ¿Puede ser legítimo despojar a la especie humana de sus derechos más sagrados, únicamente para satisfacer su avaricia, su vanidad o sus pasiones particulares? No, ¡mejor que se destruyan entonces las colonias europeas, que hacer tantos desgraciados! ...“

La obra fue en su tiempo un verdadero bestseller y el argumentario antiesclavismo particularmente incisivo sirvió de base para el argumentario de la futura Sociedad de amigos de los Negros creada en 1788.