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Museo, casa y castillo de Lamartine en Mâcon, Milly y Saint-Point (Saona y Loira):

«¡Habréis pagado para retener esposados, en la opresión, en la inmoralidad, en el concubinato, en la privación de todo lo que constituye la humanidad, trescientos mil esclavos! ¡Más de lo que os habría costado llamar a toda una raza de hombres a la libertad, al trabajo voluntario, a la familia, a la religión, a la civilización y a la virtud! Ahí está, señores, el inevitable efecto de estos aplazamientos eternos de principios que, manteniendo el mal en el presente, arruinan la conciencia de los pueblos, arruinan las costumbres, arruinan el tesoro y hacen el remedio más imposible en el futuro»
Discurso pronunciado en la Cámara de Diputados el 23 de abril de 1835


Castillo Lamartine en Saint-Point

La llegada de Louis-Philippe en 1830 marcó la renovación del movimiento abolicionista francés, marcado en 1834 por la creación de la Sociedad francesa para la abolición de la esclavitud, con Alphonse de Lamartine a su mando, que llevó la lucha política a la Cámara. Nombrado presidente del gobierno provisional de la Segunda República francesa después de la revolución de febrero de 1848, es él quien nombra a Arago ministro de las colonias, que recurre a Victor Schoelcher para redactar el decreto de la abolición definitiva de la esclavitud que Lamartine y todos los ministros firmaron y promulgaron el 27 de abril de 1848, dando la libertad a más de 250 000 esclavos de las colonias francesas.